Death Stranding 2: On the Beach - Un triunfo bizarro y emocionante
Hideo Kojima lo hizo de nuevo. Death Stranding 2: On the Beach no es solo un videojuego; es una experiencia. Prepárense para semen de ornitorrinco, una calavera gigante cubierta de aceite, un muñeco de pruebas parlante, una marioneta en aguas termales y, sí, hasta los pezones de Norman Reedus. ¿Suena a delirio? Quizás. Pero es solo una pequeña muestra de lo que les espera en este título.
Más que solo rarezas: Creatividad desbordante
Sería injusto reducir la obra de Kojima a simples excentricidades. En realidad, deberíamos celebrar esta explosión de creatividad y la valentía de mostrar cosas que jamás imaginamos ver. Death Stranding 2 es un logro colosal, una combinación triunfal de ciencia ficción compleja y acción sigilosa evolucionada, que mejora impresionantemente la base experimental de su predecesor.
Una secuela que cumple su promesa
Personalmente, encontré el Death Stranding original fascinante pero irregular. Una caja fuerte llena de posibilidades que no lograba descifrar del todo. Con On the Beach, me alegró encontrar una secuela que triunfa en lo que se propone, un blockbuster que plasma lo que Death Stranding puede (y debe) ser. Es más seguro en su narración y tiene una jugabilidad mucho mejorada, eliminando gran parte de la fricción que existía en sus sistemas.
Una historia más enfocada y conmovedora
La historia es más enfocada y conmovedora, ampliando el mito de su ambientación postapocalíptica. Si no fueron fanáticos del primero, no estoy seguro de que este reescriba el libro hasta el punto de convertirlos (aunque los instaría a probarlo). Pero si, como yo, se encontraban indecisos, es posible que se enamoren esta vez.
- Gráficos impresionantes
- Historia compleja y envolvente
- Jugabilidad mejorada y adictiva
- Personajes memorables
En resumen, Death Stranding 2: On the Beach es una experiencia hermosa, horrible, matizada y, sobre todo, muy divertida. Es todo lo que quería que fuera Death Stranding.