Bárbara Diez, reconocida organizadora de eventos, reveló en una entrevista con Héctor Maugeri para la revista +CARAS, el inesperado ofrecimiento que recibió de Karina Milei para dirigir el Protocolo y Ceremonial de la Nación. La propuesta, que llegó mientras Diez se encontraba en Estados Unidos, la dejó “helada”, según sus propias palabras. A pesar del honor que representaba, Diez tomó una difícil decisión: rechazar el cargo.
El Llamado Inesperado de Karina Milei
“Me había seguido por muchos años y quería que trabajáramos juntas”, confesó Diez sobre el ofrecimiento de Karina Milei. La propuesta significaba un reconocimiento a su trayectoria y a su enfoque profesional basado en la sensibilidad y el equilibrio. Sin embargo, la magnitud del cargo y la responsabilidad que implicaba la llevaron a pedir tiempo para reflexionar.
La Maternidad como Prioridad
Tras dos días de meditación, Bárbara Diez comunicó su decisión: no aceptaría el puesto. La razón principal, según explicó, radicaba en su hija pequeña. Un cargo de tal envergadura demandaría viajes constantes y una disponibilidad absoluta, lo que comprometería su rol como madre. “Tenía una hija chica y esos roles demandaban viajes constantes y trabajar a destajo”, argumentó. Diez reconoció que, al involucrarse en un proyecto, lo hace con total entrega, y en ese momento de su vida, priorizaba su equilibrio familiar.
Sin Resentimientos, Solo Respeto Mutuo
La negativa de Diez no generó conflictos con Karina Milei. “Fue un reconocimiento muy lindo y quedamos con muy buena relación”, aseguró. De hecho, la conexión entre ambas se mantuvo intacta, demostrando un respeto mutuo más allá de las decisiones profesionales. Incluso, al enterarse de la organización de la Semana Argentina en Nueva York, Diez se ofreció a colaborar, evidenciando la cordialidad que persiste entre ellas.
Más Allá del Protocolo: Una Decisión Personal
La historia de Bárbara Diez y el ofrecimiento de Karina Milei trasciende la anécdota de un cargo público rechazado. Es un relato sobre la importancia de la coherencia personal, la priorización de la familia y la valentía de tomar decisiones difíciles en pos del propio bienestar. La elección de Diez resuena con muchas mujeres que se enfrentan al dilema de equilibrar sus aspiraciones profesionales con sus responsabilidades como madres. Su historia es un recordatorio de que el éxito no siempre se mide en términos de poder o reconocimiento público, sino en la capacidad de construir una vida plena y significativa.
¿Qué opinas de la decisión de Bárbara Diez? ¿Crees que hizo lo correcto al priorizar su familia?
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