Ezeiza: Un Infierno Químico en el Polígono Industrial Spegazzini
El Polígono Industrial Spegazzini en Ezeiza se convirtió en un escenario apocalíptico tras un voraz incendio y explosión que se sintió incluso desde el aire. La fiscalía de Florencia Belloc, bajo la dirección de Federico Ricart, investiga las causas del desastre, que ha dejado a la comunidad conmocionada y con serias interrogantes sobre las medidas de seguridad implementadas por la empresa involucrada, Logischem S.A.
Las autoridades esperan la declaración de un testigo clave que podría arrojar luz sobre el origen de las llamas. Paralelamente, se lleva a cabo una pericia para determinar si el incendio fue intencional o accidental. La atención se centra en Logischem S.A., cuyo presidente, Pablo Celabe, deberá explicar si los protocolos de seguridad eran adecuados para el manejo y almacenamiento de las peligrosas sustancias presentes en el depósito.
Un Arsenal de Peligro: ¿Qué Guardaba Logischem S.A.?
Según declaraciones de Celabe, Logischem S.A. albergaba un verdadero cóctel molotov. Entre sus depósitos, se encontraban:
- Un galpón de inflamables de 1500 m2 con IBC, tambores de 200L y garrafas de 200g de gas butano.
- Un almacén de cargas generales de 2000 m2.
- Un depósito de 2000 m2 con sustancias químicas peligrosas, incluyendo:
- Oxidantes: Hidrosulfito de sodio (que reacciona con agua liberando gases inflamables) y aluminio metácilo (también reactivo al agua).
- Corrosivos: Dañinos para tejidos, metales y contenedores.
- Tóxicos: 30 garrafas de 50 kilos de bromuro de metilo al 100 por ciento.
Esta mezcla de sustancias altamente peligrosas plantea serias dudas sobre la seguridad y las posibles causas del incendio y la explosión.
"Era una bomba de tiempo": Testimonios desde el Infierno
Trabajadores de la zona señalan a un producto que “largaba mucho vapor” y que habría sido almacenado junto al peróxido, una combinación peligrosa. Un ex empleado de Logischem, que prefiere permanecer anónimo, describió la situación como "una bomba de tiempo". Relató que el fuego comenzó en el depósito siete y se propagó rápidamente, obligando a una evacuación de emergencia.
Las explosiones resultantes afectaron a otras empresas vecinas, como Iron Mountain, Larroca Minera, Almacén de Frío, Aditivos Alimentarios y Sinteplast. Afortunadamente, no hubo víctimas fatales, pero el incidente ha generado una profunda preocupación en la comunidad y exige una investigación exhaustiva para determinar responsabilidades y evitar futuras tragedias.