Guerra Interna por el Renaper: ¿Qué se esconde detrás del organismo?
En medio de la reestructuración del gabinete, una disputa inesperada ha surgido en torno al Registro Nacional de las Personas (Renaper). Este organismo, encargado de la emisión de documentos de identidad y pasaportes, se ha convertido en un campo de batalla entre Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, y Diego Santilli, el nuevo ministro del Interior.
Inicialmente, un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) firmado por el presidente Javier Milei transfería el Renaper al Ministerio de Seguridad, otorgándole a Bullrich mayor control sobre la seguridad fronteriza y la gestión de la información ciudadana. Sin embargo, horas después, se desmintió esta información, afirmando que solo la Dirección Nacional de Migraciones pasaría a manos de Bullrich, mientras que el Renaper permanecería bajo la órbita del Ministerio del Interior.
¿Por qué tanto interés en el Renaper?
La posesión del Renaper implica el control de una base de datos sensible con información personal de todos los ciudadanos argentinos. Bullrich busca fortalecer su política de seguridad, incluyendo la creación de una Policía de Frontera, y considera que el control del Renaper es fundamental para este objetivo. Santilli, por su parte, defiende la permanencia del organismo en el ámbito civil, argumentando que su gestión por parte de fuerzas de seguridad podría generar problemas, recordando los antecedentes de la dictadura militar.
Cristian Ritondo, amigo personal de Santilli, también ha expresado su preocupación por el traspaso del Renaper a Seguridad, señalando que la información sensible que maneja debe permanecer bajo control civil. Karina Milei habría sido la encargada de zanjar la discusión, revirtiendo la decisión inicial.
El trasfondo político de la disputa
Esta disputa por el Renaper no solo refleja diferencias en la concepción de la seguridad nacional, sino también tensiones políticas internas dentro del gobierno. La decisión de Milei de designar a Santilli como ministro del Interior se interpreta como un premio por su apoyo a la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza.
El futuro del Renaper aún es incierto. Lo que sí está claro es que este organismo, aparentemente poco relevante, se ha convertido en un símbolo de las luchas de poder dentro del gobierno y de las diferentes visiones sobre la seguridad y el control de la información en Argentina. La decisión final de Milei sobre el destino del Renaper marcará un precedente importante en la gestión de la seguridad y la protección de los datos personales en el país.