Durante décadas, paleontólogos debatieron la identidad de un pequeño y feroz terópodo: ¿era un Tyrannosaurus rex adolescente o una especie distinta? Ahora, una nueva investigación publicada en la revista Nature revela que el Nanotyrannus se sostiene por sí solo. No era solo un T. rex joven.
El Misterio de los Dinos Duelo
Un esqueleto exquisitamente preservado de un pequeño tiranosaurio de la formación Hell Creek de Montana, con 67 millones de años de antigüedad, pone fin al debate. El esqueleto forma parte de un famoso fósil conocido como los "Dinos Duelo", que muestra a un pequeño tiranosaurio enredado con su posible presa, un dinosaurio ceratopsiano con cuernos, enterrados juntos en la roca durante millones de años.
Nanotyrannus: Un Adulto al Fin Identificado
Este tiranosaurio, según el nuevo análisis, es una especie de santo grial, un eslabón perdido largamente buscado por los investigadores que esperaban demostrar que Nanotyrannus existe: es el primer espécimen adulto identificado de Nanotyrannus lancensis. Esto permite a los investigadores, por fin, desentrañarlo del T. rex.
El misterio de la identidad comenzó hace décadas. En 1942, los investigadores desenterraron el cráneo de un pequeño dinosaurio de dientes afilados que inicialmente se pensó que era un Gorgosaurus. Pero en 1988, los científicos reinterpretaron ese fósil como un nuevo tipo de tiranosaurio, al que llamaron Nanotyrannus lancensis.
Diferencias Clave Entre Nanotyrannus y T. Rex
Nanotyrannus, de unos 5 metros de largo, era ágil y rápido, con patas largas y brazos fuertes para agarrar a sus presas. En contraste, el T. rex, de 13 metros de largo, tenía patas robustas y utilizaba su mordida devastadora para devorar dinosaurios enormes y lentos.
- Tamaño y Agilidad: Nanotyrannus era más pequeño y ágil.
- Extremidades Superiores: Tenía extremidades superiores más grandes en comparación con el T. rex.
- Estructura Ósea: El análisis de la microestructura ósea confirma que se trata de un adulto.
Este descubrimiento redefine décadas de investigación sobre el T. rex, impulsando a los paleontólogos a reconsiderar otros fósiles previamente identificados como restos de T. rex adolescentes.