León se vistió de gala para celebrar el Día de Muertos con la decimocuarta edición de la Pasarela de Catrinas y Catrines, un evento que ya es tradición en la ciudad. El arte, el color y el orgullo leonés se unieron en una emotiva noche dedicada a honrar la vida y recordar a los que ya no están.
Un espectáculo lleno de simbolismo
La Pasarela de Catrinas no solo fue un desfile de disfraces, sino una puesta en escena llena de simbolismo y tradición. La obra "Vasija de Barro" conectó al público con las raíces mexicanas, a través de danzas, luces y música que evocaban el tránsito entre la vida y la muerte. El evento contó con la participación de servidores públicos de distintas dependencias municipales, demostrando el compromiso de la ciudad con la preservación de sus tradiciones.
El jurado y su mensaje
El jurado, integrado por figuras destacadas de la cultura leonesa como Valeria Villarreal, El Charro González y Luis Alegre Vega, cronista de la ciudad, resaltó la importancia de mantener vivo el orgullo por las tradiciones mexicanas. "La muerte no se llora, se celebra con arte y memoria", afirmó Luis Alegre Vega, enfatizando el espíritu festivo del Día de Muertos.
Panteones llenos de vida y recuerdos
Como cada año, los panteones de León se llenaron de vida durante los días 1 y 2 de noviembre. Familias enteras acudieron a limpiar las tumbas, dejar ofrendas y compartir un momento con sus seres queridos. Las flores de cempasúchil, las veladoras y las fotografías revivieron memorias entre abrazos y rezos. El panteón de San Nicolás, uno de los más concurridos, fue testigo de una jornada donde los sentimientos estuvieron a flor de piel.
Horarios y operativos de seguridad
Para garantizar la seguridad de los visitantes, las autoridades municipales establecieron horarios de 10:00 de la mañana a 10:00 de la noche en los panteones. Además, se implementó un operativo especial con la participación de inspectores de la Dirección de Comercio y Consumo y elementos de la Secretaría de Seguridad, Prevención y Protección Ciudadana de León. Cerca de 500 comerciantes se instalaron en las afueras de los panteones, ofreciendo flores, comida y otros productos relacionados con la celebración.