Oasis ha regresado a Australia con un espectáculo que ha generado tanto euforia como controversia. La banda liderada por los hermanos Gallagher inició su gira en el Marvel Stadium de Melbourne, donde se reencontraron con un público australiano que siempre ha sabido apreciar su particular estilo y su música.
Un regreso esperado
Desde su primera visita en 1998, Oasis ha cultivado una relación especial con Australia. A pesar de las polémicas iniciales, que incluyeron incidentes con aerolíneas y altercados legales, el público australiano siempre se ha mostrado receptivo a la energía y la música de la banda. Canciones como "What’s the Story (Morning Glory)?" y "Wonderwall" alcanzaron el número uno en las listas de éxitos, consolidando su popularidad en el país.
Pero no todo fue celebración. Durante el concierto en Melbourne, un incidente con bengalas arrojadas al público generó preocupación y la airada reacción de Liam Gallagher.
Bengalas y la furia de Liam
Durante la interpretación de "Champagne Supernova", el tema final de la noche, dos bengalas fueron lanzadas al sector más concurrido del estadio. Según testigos, las bengalas provocaron destellos y chispas entre la multitud, generando momentos de tensión y obligando a algunos asistentes a abandonar el recinto por motivos de seguridad.
Liam Gallagher no tardó en expresar su indignación a través de las redes sociales, calificando al responsable como un "individuo seriamente jodido" y advirtiendo que "recibirá su merecido". Testigos afirman que durante la actuación, Liam se mostró visiblemente molesto, gesticulando con el dedo y murmurando "travieso, travieso" desde el escenario. Su hermano Noel, por su parte, pareció preocupado, aunque la banda continuó con el espectáculo.
Investigación en curso
Las autoridades del Marvel Stadium aún no se han pronunciado sobre el incidente. Se desconoce cómo las bengalas lograron ingresar al recinto, a pesar de los exhaustivos controles de seguridad. Tampoco se ha confirmado si hubo heridos como consecuencia del incidente.
Más allá de la controversia, el concierto de Oasis en Melbourne ha dejado claro que la banda sigue teniendo un gran poder de convocatoria y que su música sigue resonando en el público australiano. Sin embargo, el incidente con las bengalas ha empañado un regreso que prometía ser puramente celebratorio.