Después de dos décadas de hegemonía, el apellido Zamora dejará la gobernación de Santiago del Estero. Las elecciones concurrentes del domingo no solo definirán el próximo gobernador, sino que también marcarán una disputa clave por las bancas en el Senado. Gerardo Zamora, quien no puede optar por un nuevo mandato como gobernador, encabeza la lista para el Senado por el Frente Cívico, acompañado de Elia Moreno.
El Escenario Político en Santiago del Estero
El oficialismo apuesta por Elías Suárez, actual jefe de Gabinete provincial, para mantener el control del ejecutivo. Sin embargo, la contienda por el Senado se presenta más reñida. José Neder, del Frente Fuerza Patria Peronista, compite también por un escaño, buscando mantener la influencia peronista en la Cámara Alta.
Pero la verdadera sorpresa la da Tomás Figueroa, candidato a senador por La Libertad Avanza, quien según fuentes parlamentarias, presenta una fuerte competencia y podría desestabilizar la estrategia del oficialismo. Su irrupción en la escena política santiagueña introduce un factor de incertidumbre en un panorama que parecía definido.
¿Un Cambio de Rumbo en el Senado?
La posible llegada de Figueroa al Senado podría alterar el equilibrio de poder actual, donde los tres senadores por Santiago del Estero pertenecen al interbloque de Unión por la Patria. Este escenario plantea interrogantes sobre el futuro de la representación política de la provincia en el Congreso Nacional.
La elección de este domingo no solo define quién gobernará Santiago del Estero en los próximos años, sino también quiénes representarán a la provincia en el Senado, con la posibilidad de un cambio significativo en la correlación de fuerzas.
El Legado de los Zamora
Gerardo Zamora llegó al poder en 2005, aliado al kirchnerismo, y desde entonces ha sido una figura central en la política santiagueña. Su esposa, Claudia Ledesma de Abdala, lo sucedió en la gobernación en 2013, cuando la Corte Suprema le impidió presentarse a un nuevo mandato. Ahora, con Zamora buscando un lugar en el Senado, la pregunta es si podrá mantener su influencia en la provincia.
Los santiagueños se preparan para una jornada electoral crucial que definirá el futuro político de la provincia y su representación en el Congreso Nacional.