Julieta Silva, tristemente conocida por la muerte del rugbier Genaro Fortunato en 2017, vuelve a ser noticia. Esta vez, fue condenada a nueve meses de prisión domiciliaria en un juicio abreviado realizado en Mendoza, acusada de violencia contra su actual esposo, Lucas Giménez.
La denuncia fue radicada el 12 de julio, cuando Giménez llamó al 911 desde el baño de su casa, alegando reacciones violentas por parte de Silva. La policía constató lesiones leves en el denunciante, lo que llevó a la imputación por lesiones leves agravadas por el vínculo y la imposición de prisión domiciliaria con monitoreo electrónico.
Inicialmente, la Fiscalía sumó cargos por privación ilegítima de la libertad, amenazas y desobediencia. Sin embargo, en el juicio abreviado, Silva admitió haber golpeado y maltratado a su marido, consiguiendo una condena menor por "lesiones leves agravadas por el vínculo" y siendo sobreseída de los otros delitos.
Reincidencia y Beneficios Carcelarios
El juez declaró a Silva reincidente, vinculando esta condena con la anterior por la muerte de Genaro Fortunato. A pesar de la solicitud de la Fiscalía de que la condena se cumpliera de forma efectiva, el juez determinó la prisión domiciliaria, considerando que Silva tiene una hija de dos años.
El Caso Genaro Fortunato: Un Antecedente Trágico
En 2018, Julieta Silva fue condenada a tres años y nueve meses de prisión por el homicidio culposo agravado de Genaro Fortunato. El hecho ocurrió a la salida de un boliche tras una discusión, donde Silva atropelló y mató al rugbier. Este antecedente pesó en la nueva condena, marcando su reincidencia.
- 2017: Muerte de Genaro Fortunato.
- 2018: Condena por homicidio culposo.
- 2025: Condena por violencia doméstica.
La historia de Julieta Silva continúa generando controversia y debate en la sociedad mendocina, reviviendo un pasado trágico y sumando un nuevo capítulo de violencia y reincidencia.