A tan solo 12 días de las elecciones, la atención se centra en el dato de inflación de septiembre que publicará hoy el INDEC. Tras dos meses consecutivos con un IPC del 1,9%, las expectativas apuntan a una aceleración, superando el umbral del 2% mensual. Este incremento, aunque leve, podría tener un impacto significativo en el panorama económico y político.
¿Qué esperan los analistas?
Existe un consenso generalizado entre los analistas económicos respecto a un repunte inflacionario en septiembre. Incluso consultoras cercanas al gobierno, como Libertad y Progreso (LyP), proyectan un 2,4%. Esta cifra representaría un aumento de 0,5 puntos porcentuales en comparación con los meses anteriores.
Según LyP, este aumento se debe principalmente al impacto de los precios regulados y los servicios públicos, en línea con la depreciación del peso observada en los últimos meses. La consultora C&T Asesores Económicos, liderada por Camilo Tiscronia, presenta una visión ligeramente más optimista, estimando un aumento del 2% en el Gran Buenos Aires (GBA). Señalan que los componentes estacionales, como la indumentaria (con un aumento del 4,7% mensual), jugaron un papel clave en este incremento.
El antecedente de la Ciudad de Buenos Aires
La semana pasada, el IPC de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) ya mostró una aceleración, alcanzando el 2,2% (un aumento de 0,6 p.p. intermensual). En este caso, el rubro “Transporte” fue el que experimentó la mayor variación, con un 3,5%.
Implicaciones y perspectivas
El dato oficial de inflación de septiembre será crucial para evaluar el desempeño económico reciente y anticipar las tendencias futuras. Un aumento superior al 2% podría generar presiones adicionales sobre el poder adquisitivo de los consumidores y alimentar las expectativas de devaluación. En el contexto pre-electoral, este escenario podría tener consecuencias significativas en el resultado de las urnas. Estaremos atentos al informe del INDEC y su impacto en la economía argentina.