El nombre de Sira Martínez resuena con fuerza en el mundo de la hípica, pero también evoca un profundo sentimiento de solidaridad y recuerdo. Hija del reconocido entrenador de fútbol Luis Enrique, Sira, a sus 25 años, combina su pasión por los caballos con un legado familiar marcado por la disciplina y la humildad, valores inculcados por su padre.
Una joven promesa de la hípica española
Sira Martínez, junto a Alex Codina, representa la nueva generación de la hípica española. Ambos comparten entrenador y una gran ambición en el torneo CSIO Barcelona. Su trayectoria, forjada con esfuerzo y dedicación, refleja la exigencia de este deporte olímpico donde hombres y mujeres compiten en igualdad de condiciones.
“Empecé muy pequeña”, recuerda Sira. “Tengo mucha familia en Asturias, donde veía los caballos en los paseos por la montaña. Un día me dejaron subir a un poni: tenía seis años, creo que fue la primera vez que monté. Más adelante, en el colegio, lo hice como extraescolar. Desde entonces no he dejado de montar.”
Un recuerdo imborrable
Para Sira, uno de los momentos más valiosos de su carrera fue la victoria en el campeonato de España de joven jinete. “Venía de una mala etapa personal y esa victoria supuso un punto de inflexión: en ese momento tuve claro que quería dedicarme a esto.”
Homenaje a Xana en el partido Barcelona-PSG
El partido entre el FC Barcelona y el Paris Saint Germain en la Champions League no solo fue un duelo deportivo, sino también una oportunidad para visibilizar una causa noble. El PSG lució en su camiseta el logotipo de la Fundación Xana, en memoria de la hija fallecida de Luis Enrique. Esta iniciativa busca apoyar a niños y jóvenes con enfermedades graves, un proyecto impulsado por la familia en recuerdo de Xana.
Durante la gala del Balón de Oro, la Fundación Xana recibió el Premio Sócrates, un reconocimiento a su labor social. Sira Martínez, visiblemente emocionada, agradeció el homenaje en nombre de su familia.
Las camisetas utilizadas en el partido serán subastadas y la recaudación se destinará íntegramente a la Fundación Xana, perpetuando el legado de amor y solidaridad que inspiró su creación.