Villarruel se Desmarca de la Crisis Laboral y Apunta a Milei
En un contexto de creciente crisis laboral, la vicepresidenta Victoria Villarruel ha marcado distancia del gobierno de Javier Milei. Ante los reclamos por despidos y cierres de empresas, Villarruel ha trasladado la responsabilidad al Poder Ejecutivo, generando interrogantes sobre la cohesión dentro del gobierno.
Durante una visita a la Universidad del Salvador, Villarruel se enfrentó al reclamo directo de la hija de un trabajador despedido de la empresa ILVA, que cerró su planta en Pilar dejando a 300 personas sin empleo. La respuesta de la vicepresidenta fue contundente: "Las explicaciones las tiene que dar el Poder Ejecutivo, que toma las decisiones. Yo interferiría en algo de lo cual no tengo la información suficiente".
Esta postura contrasta con la reciente visita de Villarruel a la empresa de neumáticos Fate, afectada por la apertura de importaciones impulsada por Milei. En esa ocasión, la vicepresidenta expresó su "apoyo a la industria nacional". Sin embargo, al ser confrontada directamente con el problema de los despidos, se desmarcó y enfatizó su rol legislativo, argumentando que no tiene poder de decisión sobre la materia.
¿Distanciamiento Estratégico o Fractura Interna?
La actitud de Villarruel ha generado especulaciones sobre un posible distanciamiento estratégico del gobierno de Milei. Algunos analistas sugieren que la vicepresidenta busca diferenciarse ante el creciente descontento social por la crisis económica y los despidos. Otros, en cambio, plantean la posibilidad de una fractura interna en el gobierno, donde las diferencias de enfoque y prioridades se hacen cada vez más evidentes.
Más allá de las interpretaciones, la postura de Villarruel ha dejado en claro que no está dispuesta a asumir la responsabilidad por las decisiones del Poder Ejecutivo en materia laboral. La pregunta que surge ahora es si esta actitud marcará una tendencia en el futuro y cómo afectará la gobernabilidad del país.
Adicionalmente, en el contexto de la gestión actual, resuenan con fuerza las acusaciones de corrupción que involucran a figuras cercanas al gobierno. El escándalo en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), donde se han revelado audios que denuncian un esquema de sobornos vinculado a la compra de medicamentos para personas con discapacidad y donde se menciona a Karina Milei, añade otra capa de complejidad a la situación política y económica del país. La falta de transparencia y las sospechas de corrupción erosionan la confianza pública y dificultan aún más la gestión de la crisis.