El analista de fútbol turco Mehmet Demirkol ha encendido las alarmas sobre la dependencia del Galatasaray de su delantero estrella, Victor Osimhen. En declaraciones al canal de YouTube Socrates Magazine, Demirkol enfatizó que el equipo turco se vuelve significativamente más vulnerable cuando Osimhen y Barış Alper Yılmaz no lideran juntos el ataque.
"Cuando Galatasaray no cuenta con Osimhen y Barış Alper, surge un problema. Problemas serios durante los inicios y las presiones. Necesitas jugar algo más", sentenció Demirkol, subrayando la importancia del delantero nigeriano en el esquema táctico del equipo.
Osimhen ha tenido un comienzo impactante en la Süper Lig, anotando dos goles en sus primeras tres apariciones con el Galatasaray. Sin embargo, una reciente lesión de ligamentos en el tobillo, sufrida durante su participación con la selección de Nigeria, ha sembrado dudas sobre su disponibilidad para los próximos partidos, incluyendo el crucial encuentro de la UEFA Champions League contra el Eintracht Frankfurt. Las pruebas médicas confirmaron un esguince moderado, y el tratamiento ya ha comenzado en Estambul.
El entrenador Okan Buruk ha admitido que Osimhen todavía siente dolor, y su participación en futuros partidos dependerá de la evolución de su recuperación. La incertidumbre sobre su estado físico genera preocupación en el cuerpo técnico y en la afición, conscientes de la influencia del delantero en el juego del equipo.
Las declaraciones de Demirkol sirven como un recordatorio de lo vital que se ha vuelto Victor Osimhen para la estructura táctica y el impulso general del Galatasaray. No se trata solo de tener un delantero prolífico, sino de contar con un jugador que moldea la forma en que un equipo opera bajo presión, señala la intención de ataque y lidera desde el frente. La afirmación de Demirkol de que el equipo enfrenta "problemas serios" sin Osimhen sugiere que la identidad del Galatasaray ahora está estrechamente ligada a la presencia del delantero en el campo.
La posible ausencia de Osimhen plantea un desafío estratégico para el Galatasaray, que deberá encontrar alternativas para suplir su impacto en el juego. La capacidad del equipo para adaptarse a esta situación será clave para mantener su competitividad en la Süper Lig y en la Champions League.